En la nota anterior explicamos de qué se tratan los gastos hormiga, gasto fantasma y gastos vampiro y sus consecuencias. 

Aquí les dejamos algunos tips sencillos que pueden evitar que estos gastos afecten nuestras finanzas:

• ¡Anotar todo! Llevar un registro de los gastos puede sonar aburrido, pero es como encender la luz en una habitación oscura. Ayuda a ver dónde se va el dinero y así empezar a manejarlo mejor.

• Asignar un presupuesto fijo para cada gasto. Con tarjetas prepagadas o llevando un control riguroso, decir cuánto se puede gastar en cada cosa. Si se pasa, ¡se acabó! Esto evita que el dinero se escape sin darse cuenta.

• Cortar lo innecesario. A veces compramos cosas o contratamos servicios que ni siquiera disfrutamos. Están ahí porque sí, por costumbre. Es momento de decirles adiós y ahorrar ese dinero para lo que realmente importa.